Cambios que
sanan
Santiago 1:19-27
La palabra me enseña que nosotros
como hijos de Dios tenemos que aprender a ser hacedores de la palabra, porque
esto es lo que demuestra que conocemos o no a Dios, y el ser hacedores de la
palabra implica un cambio. La palabra cambio se escucha en primera instancia en
algo que no será sencillo, (y de hecho no lo es para quienes no conocen a Dios
y creen conocerlo) esta palabra incomoda
a la mayoría de personas en todo ámbito
(laboral, personal, espiritual), yo he conocido personas que no se atreven a
las cosas nuevas o más bien a querer hacer las cosas diferentes por miedo, por
ejemplo una persona en su trabajo hace las cosas mediocres porque siempre las
han hecho así, y el no quiere cambiar porque sabe que tendrá que esforzarse, y
por miedo a que tenga problemas con sus compañeros.
No se imagina la cantidad de
veces que escuchado la expresión “es que todos lo hacen así” y lo he escuchado
de jóvenes que estudian, de gente que trabaja, de maestros espirituales, cuando
me dicen eso lo que yo les digo es ¿desde cuándo Dios dijo que lo hiciéramos todo
igual a los demás?
He aprendido que DIOS quiere un cambio en
todos nosotros, lo que Dios desea es que seamos diferentes al mundo en que
vivimos, Dios desea que seamos luz en las tinieblas, pero como decir eso a una
persona religiosa que piensa que Dios lo escucha más por estar en el templo
todo el día, jóvenes el pensar igual nunca nos traerá resultados diferentes, si hoy no te gustan los
frutos que estas recibiendo entonces no sigas sembrando lo mismo.
Cambios
en la historia de la iglesia
Un 31 de octubre de 1517 un Monge
alemán llamado Martin Lutero tomo un cambio en su fe y dio inicio a lo que sería
el comienzo de la reforma y de la fe cristiana (aunque este no fue el primero ya
que siempre hubieron cristianos en la tierra, este fue el que tuvo más
influencia, pudo hacer sido por condiciones demográficas), para esa época la
iglesia católica romana vendía la salvación a las personas por medio de las
indulgencias, un día mientras Martin Lutero se encontraba en el convento leía escucho
a un hombre llamado Juan tetzel quien había sido enviado por el papa León X, Tetzel decía a gran voz que quien
depositara 5 chelines el papa o la iglesia católica le perdonaría años en el
purgatorio, en Lutero se encendió algo después de escuchar semejantes
afirmaciones y al leer Romanos 1:17 “mas el justo por su fe vivirá” publica sus
95 tesis en contra del sistema religioso.
Esta enseñanza no tiene en
absoluto nada que ver con la reforma y sus pro y contras, sin embargo yo
rescato como el deseo de un hombre por hacer las cosas diferentes nos trajo
buenas cosechas, por ejemplo antes leer la biblia era pena de muerte por la
iglesia, sin embargo hoy tenemos libertad de conocer la palabra de Dios, y esto
es algo que vino por el deseo de cambiar.
Dios si está a favor de los
cambios, Dios quiere que nos presentemos como obreros aprobado (1 Timoteo 2:15).
Donde
vienen la mayor parte de los cambios
Mi amado y amada los cambios
más grandes vienen en nuestras relaciones personales, ahora está muy de moda el
evangeligue. ¿Qué es el evangeligue? Es eso que muchos creen que pueden estar
con un inconverso con el timo de que ellos van a cambiar, jóvenes no nos
engañemos nosotros no somos el Espíritu Santo, nosotros no vamos a cambiar a
nadie nunca, y no tomemos ese lugar que solo le corresponde a Dios. Porque una
cosa muy diferente es que Dios te use como un instrumento a que tú te
creas el cuento de que es por ti y por eso tomes decisiones apresuradas.
Los cambios vienen con
nuestra familia, vienen en nuestro trabajo, vienen en nuestra mentalidad, los
cambios que sanan tiene que ser parte de nosotros, no seamos insensatos
tengamos pensamientos de reino, aprendamos a escuchar la palabra de Dios y apliquémosla,
vivámosla.
Los cambios siempre van a
empezar por ti primero, joven acéptate, santifícate y se agradecido, si quieres
ser conocido se por tu relación con Dios y no por otras cosas.
Pensar diferente te hace
actuar diferente no hay que ser religioso, simplemente amar a Dios y mostrarlo
al mundo.
Leer hebreos 13.
No hay comentarios:
Publicar un comentario