sábado, 23 de julio de 2016

olvida el pasado


Un guerrero de carne y hueso, pero eficaz (Tito 2:11-15)

 

Hay situaciones que demandaran más de nosotros que otras, todo cristiano tiene que pasar por su momento en el desierto, los desierto son parte de nuestra vida.

 ¿Qué es el desierto?

Algunos han dicho que es nuestro campo de entrenamiento,  el desierto no es un lugar físico propiamente, sino es un estado espiritual y en muchos casos emocionales, son esos instantes donde no se ve nada, donde el agua no muestra el suelo porque es turbia, momentos donde sientes soledad extrema (cabe mencionar que nunca de los nunca estas solo en el desierto porque donde vayas el Espíritu Santo está contigo), sin embargo en esos momentos nuestra visión se nubla y no podemos ver con claridad, los desiertos siempre vienen acompañados de muchas preguntas, cuestionamientos sobre ti mismo, sobre todo en tu vida, ¿Te ha pasado? ¿Has atravesado algún desierto?  Bueno déjame decirte que no eres el único que has tenido luchas así, y también la biblia encontramos con personas que pasaron por momentos difíciles donde tuvieron que ir más allá y tuvieron que superar sus miedos y tener  fe.

 

Un hombre llamado Pedro. (Lucas 22:54-62)

Pedro es sin  duda uno de los personajes más importantes del cristianismo primitivo, y del actual también, ya que atreves de su vida aprendemos mucho, y Pedro no fue siempre el gran discípulo de nuestro Señor, hubieron momentos que hicieron Pedro madurar, la biblia me enseña que hubo un momento donde Pedro pasó por tanta tristeza e impotencia que lloro amargamente, y esto fue cuando negó a su mejor amigo, a su maestro, a nuestro amado Señor, sabiendo que después de eso le esperaba la cruz al maestro,  créeme no es lindo estar en los zapatos de Pedro en este momento,

Pero con esto me doy cuenta además que la misericordia de Dios es increíblemente enorme, después de la resurrección Jesús se acerca donde Pedro y le pregunta. ¿me amas?, este momento tuvo que haber paralizado a Pedro, cuando Jesús se lo pregunto por segunda o tercera vez, (Juan 21:15-19).

Que harías tu si hoy Jesús te pregunta que si le amas, ¿dirías que si? Y qué pasa si al decir que si, te lo vuelve a preguntar; esta es otra situación donde no me gustaría estar en los zapatos de Pedro, pero la realidad es que siempre estamos en sus zapatos, cada vez que pecamos negamos a Jesus; y  su amor es tan grande que nos perdona una y otra vez, y nos pregunta ¿me amas? Y nosotros decimos que si, pero volvemos a fallar, olvidando por completo para que es el evangelio. Pedro tuvo que haber superado ese momento emocional tan complicado y recibir el perdón de Dios y perdonarse el mismo muchas veces nosotros mismos no nos perdonamos y vivimos en una vida pasada, en una vida que ya Dios olvido, y eso nos detiene, la palabra enseña que en el primer discurso de Pedro se convirtieron mas de 5000 personas (hechos 3: 11-26; 4: 1-4).

Tenemos que tener claro que nunca dejamos de ser personas, y no  podemos permitir que una situación o la acumulación de ellas destruya nuestro corazón, hoy en día hay ministros que predican odio, debido a raíces de amargura que hay en su corazón, con baja autoestima, olvidando la eficacia del evangelio y el porqué se ha manifestado la gracia de Dios. Esto se genera por la falta de perdón hacia los demás y hacia nosotros mismos. ¿ya te perdonaste?

Hoy en día la iglesia se ha convertido en un club social, en un lugar donde se alimentan las emociones y donde no se guarda para nada relación con el Espíritu Santo. ¿Cómo estoy tan seguro? Porque el hecho de que no hay frutos en los creyentes.

Al contrario cada día hay mas creyentes que no soportan las tentaciones, y que aun asistiendo a la iglesia, falta por completo carácter

Ernest Hemingway dijo que “un hombre de carácter podrá ser derrotado pero jamás destruido” si un corresponsal de la segunda guerra mundial tenía tan claro su concepto sobre las batallas como nosotros que somos verdaderos guerreros si somos destruidos por cualquier cosa.

 

Pedro no se dejo vencer por la tristeza, y lo vemos cuando predica, da un mensaje claro y que expone al 1000% a Dios, no predica sobre sí mismo, sino sobre Jesús, ¿está tu vida reflejando el amor de Dios?

 

Este mensaje no es para hacerte sentir culpable, todo lo contrario, motívate a ser diferente a querer hacer las cosas diferentes, perdónate los errores que has cometido, ya Dios te los perdono, no olvides la eficacia del evangelio, esto es algo que predica para salvación del perdido, es un tren donde te subes y no te tienes que bajas, no desmayes en las luchas.

Como enseña proverbios 4:23, “sobra toda cosa guardada, guarda tu corazón” todo lo que hacemos y quien somos sale de lo que tenemos dentro, esa es nuestra identidad, es nuestra esencia, entonces vale la pena guardarla, muchos piensan que la santidad es una opción, y no es así, la santidad es un mandamiento, lucha tus batallas siendo un soldado de carne y hueso, que usa prudentemente la palabra de Dios, que aplica con eficacia la piedad, no mal gastes tu tiempo recordando lo que ya Dios olvido.

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